"Interpretar a Romina hizo que se me cayera el pelo"


La guapa actriz confiesa lo duro que fue trabajar en “Lola” CATHERINE MAZOYER: “INTERPRETAR A ´ROMINA´ HIZO QUE SE ME CAYERA EL PELO”


La chica que personificó a la villana de la historia dramática de Canal 13, asegura que la gente en la calle le gritaba “bruja”. Sin embargo, defiende a brazo partido su rol, y afirma que “Romina no era mala, sólo tenía las ideas muy claras”. (TERRA.cl)


Catherine Mazoyer anda por las calles de Santiago con un bronceado envidiable... Y cómo no si hace unos días llegó de Punta Cana, donde estuvo una semana, luego de un año de grabaciones en Canal 13. Aunque asegura haber terminado muy cansada después de los 250 capítulos de “Lola”, la actriz que dio vida a la malvada "Romina" aclara que ama lo que hace. “No me importa levantarme a las seis de la mañana para ir a grabar, y en la tarde ensayar para mis obras de teatro, y acostarme muy tarde. Desde chica que quise hacer esto. Lo amo”, dice.

Su pasión por el teatro radica en su mamá, la también actriz Sonia Mena. Ambas compartieron labores en la teleserie “Marrón Glacé 2”. Ahí Catherine participó cuando era una colegiala, y no superaba los 14 años. En la actualidad está ciento por ciento dedicada a su obra “Debajo de las polleras”.

¿Cómo fue trabajar en la teleserie más larga de la historia de Chile?
-En verdad fue un proceso muy bonito. Yo tuve la suerte de que me tocó un personaje muy entretenido, aunque me haya traído algunos problemitas físicos, pero era tan divertido hacer a Romina que no me costó nada hacerlo por mucho tiempo. Ella era tan descabellada y perversa y eso me entretenía mucho. Obvio que, al igual que todos mis compañeros, terminé muy cansada, pero yo estaba muy feliz con la historia que desarrollaba, porque siempre estaba cambiando de estratega y de núcleo.

¿A qué problemas te refieres?
-Se me cayó el pelo. De un día para otro me di cuenta de que se estaba llenando la ducha con mis pelos y que cada vez que me peinaba me quedaba con mechones en la mano, y me empecé a asustar. Así que fui a un médico especialista, me hice no sé cuántos exámenes y estaba todo bien. De repente se me ocurrió decirle al doctor que no tenía pelones, que se me caía uniformemente y que la gente que me peinaba podía dar fe de eso. Y ahí le conté que era actriz, y me dijo que esa era la razón de la caída del pelo. La explicación de él fue que yo sabía que estaba haciendo un personaje, pero mi cuerpo no. Entonces como el cuerpo vive todo ese conjunto de emociones y no se libera de esa presión, se empieza a somatizar. Se me puede caer el pelo, dar colon irritable, salir una úlcera o espinillas, pero a mí me pasó lo del pelo. Ahí entendí que interpretar a "Romina" hizo que se me cayera el pelo, porque ese personaje siempre estaba enojado con alguien.

¿Te gustó interpretar a la villana de la historia?
-Sí, porque toda era una caracterización. Tenía extensiones, usaba un maquillaje y una ropa muy distinta a lo que soy yo, y también trabajé la voz. Además, cuando uno hace papeles de niña buena que es engañada por su novio, a la gente como que no le gusta, porque te encuentran tontorrona.

¿Qué pensaste cuando te comentaron lo del alargue de “Lola”?
-Cuando me llamaron de Canal 13 para contarme eso yo estaba grabando “Mujeres que matan”, porque ya habíamos terminado las grabaciones de “Lola” como hace un mes. Me dijeron que me fuera urgente para allá, y partí. Luego de saber lo de la continuidad de la teleserie, acepté de inmediato, porque es pega y porque yo estaba enamorada de mi personaje. Además, yo sabía que le podía seguir sacando partido a la Romina, porque la historia era muy loca y siempre estaba la oportunidad de generar un conflicto.

¿La gente te dijo cosas en la calle por tu papel?
-Me gritaban "bruja". Pero también me di cuenta de que la gente le tomó mucho cariño a la Romina, porque solidarizaron con ella. Más de algún hombre se me acercó y me dijo que no lo convirtiera en mujer, pero era todo en buena onda. Romina no era mala, sólo tenía las ideas muy claras, y eso la gente lo fue entendiendo.

¿Cómo fue trabajar con Jorge Alberti?
-Él es maravilloso. Es un verdadero caballero, un hombre muy noble con sentimientos muy puros. También tengo que destacar que es un excelente compañero, porque siempre está preocupado y atento de todo. Además es muy estudioso y siempre pedía consejos. Después de tanta escena de ducha y cama nos hicimos bien amigos.

¿Pensaste por fin se terminó la teleserie, después de tantas grabaciones y capítulos al aire?
-Más o menos, pero me dio mucha pena. Trabajar más de un año con la misma gente es fuerte porque se convierten en parte de tu vida. Fue un trabajo muy intenso y muy emocional. Después del año el descanso físico y emocional es muy fuerte, y necesitaba parar, pero yo hacía feliz mi pega. Pero ahora ya estoy un poco más recuperada, porque apenas pude me fui con mi pololo una semana a Punta Cana, me desconecté de todo y lo pasamos increíble.

Verónica Casanueva.
Confesionario "A fondo"
Terra.cl

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